Cuando tu trabajo se combina con tus pasiones, ahí es donde ocurre la magia. Y eso es obvio para Valon Quamina, un carpintero y contratista de segunda generación con sede en Brooklyn, Nueva York.

Desde muy joven, Valon probó todo tipo de elementos constructivos. Le encanta trabajar con las manos desde que tiene uso de razón, desarmar cosas para volver a armarlas, construir con LEGO y dirigirse a los lugares de trabajo con su padre.

Una vez que llegaron sus años de escuela secundaria, siguió una discusión familiar con la que muchos profesionales del comercio pueden identificarse: Valon quería un futuro en la construcción como su padre, mientras que el lado materno de la familia lo animó a seguir una “carrera profesional de cuello blanco”. Se decidió por planes de posgrado que se encontraban un poco a medio camino: estudiar Ciencias de la Computación en la universidad y conseguir una pasantía en arquitectura.

Valon siguió el camino tradicional para enorgullecer a su familia. Fundó una empresa de informática después de la universidad, pero algo no encajaba: simplemente no era su vocación. Unos años más tarde, comenzó a trabajar con su padre en algunos proyectos. Una mañana, de camino a un sitio, estaban discutiendo la escuela y sus opciones para los estudios universitarios cuando el padre de Valon dijo algo que se le quedó grabado para siempre.

Valon es muy consciente de su suerte, ya que tiene una figura tan influyente en su vida que también actúa como su mentor. Los dos conquistaron juntos todo tipo de proyectos, todo tipo de oficios, y Valon obtuvo el tipo de experiencia práctica que no podría haber soñado en ningún otro lugar.

“Observé a este hombre hacer tantas cosas y escuché mientras me enseñaba aún más. Con casi 60 años, todavía está haciendo reparaciones completas en la cocina en solitario”, dice Valon.

Ese tipo de impulso y determinación es algo que ha permanecido con él mientras se concentra en expandir su propio negocio, Legacy Construction & Carpentry NYC. Comenzó haciendo trabajos de mantenimiento para construir su base de clientes y poco a poco amplió el tamaño de sus proyectos mientras ahorraba y tomaba las medidas necesarias para obtener su licencia de contratista.

Pero el camino hacia el éxito y la independencia como propietario de una pequeña empresa es lleno de obstáculos. Valon todavía lucha por encontrar personal bueno y dispuesto, además de lidiar con contratistas turbios que perjudican las necesidades y expectativas de los clientes.

Sin embargo, Valon no cree en el desánimo. Cuando encontrar personal de calidad se convirtió en un obstáculo, comenzó a establecer contactos y a conversar con profesionales comerciales que encontró en los sitios de trabajo. Cuando el trabajo disminuyó, dejó de preocuparse por los trabajos más importantes que llegarían. Cuando se cansó de justificar constantemente sus tarifas, decidió que no necesitaba demostrar su valía ante nadie.

“Me presento a mí mismo, [mi] proceso y [mi] costo y dejo la pelota en tu tejado. Nunca pensé en '¿Por qué tú y no el próximo?' conversaciones. Los termino rápidamente diciendo que no soy el siguiente, así que no intentes compararme ni comparar mi negocio con ellos”.

Hoy Valon llega con esa actitud segura a la que aspira todo empresario: confianza en ti mismo, en tu profesionalismo y en tus capacidades. Por supuesto, esto es un poco más fácil de emular cuando tu ropa de trabajo te hace ver y sentirte como un jefe.

Otra ventaja de saber lo que vales: una motivación que no cesa. Le encanta convertir las visiones de los clientes en realidad y quiere que su negocio sea a la vez un legado familiar y una herramienta para enseñar a cualquiera las habilidades que está dispuesto a aprender más que nada.

"Solo quiero seguir esforzándome para crear cosas interesantes, incorporar productos y diseños interesantes", dice Valon. "Mi motivación es conseguir un conjunto de planes, ejecutarlos lo mejor que podamos, enjuagar y repetir".

Porque, a fin de cuentas, esta era la vida que soñaba en la escuela secundaria. Crear esa carrera perfectamente combinada de pasión y habilidad, independencia y comunidad, y flexibilidad y libertad. Es la vida que vives cuando sigues lo que amas.

“Es fácil priorizar la ampliación de mis habilidades y conocimientos. Esta línea de trabajo es también mi hobby. Realmente amo estas cosas. Paso horas en YouTube viendo videos de personas con ideas afines y chicos que son mucho mejores que yo. Paso mucho tiempo en Instagram siguiendo a chicos que están en un nivel superior al mío. Algunas influencias de mi pasado fueron This Old House, New Yankee Workshop y Bob Villa. Alguien a quien considero un mentor ahora es Manny de @Hardcorerenos en Instagram. ¡Los chicos son leyendas! Mientras aprendo de ellos, me preparo para cuando esté en ese nivel buscar a las personas que están por encima de ese nivel. Siempre estoy buscando aprender más cosas nuevas e interesantes sobre esta industria, pero también tengo una habilidad especial para las partes de la 'vieja escuela'”.

Valon tiene la suerte de incorporar también a las personas que ama. Dado que su esposa, Carla, era una persona con mentalidad administrativa, decidir ser socios comerciales fue una “obviedad”. Carla jugó un papel fundamental a la hora de redactar todos los contratos comerciales y poner en funcionamiento los sistemas centrales. Valon le da crédito no solo por asegurarse de que los pormenores del negocio funcionen sin problemas, sino también por ser el mejor pilar de apoyo que podría pedir.

"Siempre le decimos a la gente que ella es el cerebro y yo el talento", dice. "Ella es asombrosa. Y esto también habla del valor de la construcción de legado que mencioné anteriormente. Ambos creemos en esto y no vemos el negocio simplemente como una forma de ganar dinero, pero queremos que sea generacional para nosotros y enseñe la misma lección a cualquiera que venga debajo de nosotros”.

¿Las últimas palabras de sabiduría de Valon para quienes siguen un camino similar? Adquiera el hábito de utilizar contratos desde el principio, no se detenga en los errores y manténgase firme en sus creencias.

“Una cosa que me gustaría decirle a la gente sobre los oficios calificados es que, sí, es trabajo físico, pero creo que puede haber un lugar en los oficios para cualquiera. El simple hecho de tener habilidades reales es invaluable. Las posibilidades son infinitas y satisfactorias. Creo que no hay nada como la satisfacción que se obtiene cuando se realiza un proyecto y los clientes, amigos, familiares y colegas lo felicitan. Además, con los cambios que están sucediendo en el mundo, un título universitario y la deuda que conlleva es doloroso, por lo que diría que definitivamente es una ruta a considerar al tomar una decisión en el futuro, si puedes identificar incluso algo [de] pequeño. interés para usted.

Para los aspirantes a emprendedores, sigan mirando hacia adelante, traten sus errores y desatinos como lecciones de aprendizaje y no se desanimen. Un negocio en el oficio es un maratón, no una carrera de velocidad”.

Valon vive actualmente en Brooklyn, Nueva York, con Carla y su único hijo. Puede ver su trabajo en @legacy.cc.nyc en Instagram o ponerse en contacto a través de su sitio web .

 

Fotos de Kempe Hope.